Hui expone el interior de objetos de uso cotidiano, en su mayoría objetos que tratan sobre la civilización y que nunca tocan el tema de la crueldad por la cual se llega a ellos, propone una manera diferente de mirar los objetos, el interior debe coincidir con lo que muestra el exterior (con lo que fue hecho, como fue hecho). Esta es su forma de manifestar que siempre, debajo de la superficie se encuentran otras verdades. Para muchas personas su arte es grotesco y de mal gusto, esto porque no captan el mensaje que lleva consigo y como su genial obra destripa para mostrar sus entrañas, sus vísceras. “Todos los cuerpos son únicos. No podemos ser los mismos después de 200 años” dice el artista para expresar su interés por la representación del cuerpo.